La Noria es un pequeño pueblo a media hora de Mazatlán, donde los fines de semana la música de banda inunda las calles y los visitantes pueden disfrutar de la gastronomía típica de la región y artesanías únicas, que en los últimos años, se ha convertido un destino imperdible para mazatlecos y turistas.
El recorrido a La Noria inicia desde antes de llegar, ya que el viaje por carretera es toda una experiencia, puesto que desde kilómetros antes de llegar al poblado se puede disfrutar de un paisaje lleno de color donde entre diferentes plantas predominan las buganvilias y otras flores de distintos colores y aromas.
Este pueblito tiene más de 400 años de existencia, entre sus calles los visitantes pueden ver antiguas casonas de arquitectura colonial adornadas con buganvilias que dan vida al lugar.
Una de las actividades que más predomina y enorgullece a los habitantes es la elaboración de distintas artesanías, que se han vuelto un espectáculo. Aquí se puede ver cómo en cuestión de minutos los experimentados artesanos transforman piel, barro o distintos materiales en guaraches, cintos o macetas que son vendidas al público.
Otra de sus atracciones es el Tianguis artesanal y gastronómico de La Noria “Mi Pueblo Querido”, donde cada domingo podrás disfrutar en un solo sitio de la gastronomía de la región con tamales, gorditas de harina, coricos, queso fresco, cajeta o raspados, entre muchas otras delicias.
Además, de poder admirar y adquirir toda clase de artesanías creadas por los pobladores, entre otras actividades, como paseos a caballo por el pueblo o para los más pequeños, el poder vivir la experiencia de crear con sus manos una vasija de barro o unos guaraches artesanales.
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